Como hemos comentado en nuestra anterior entrada, el precio de la vivienda nueva sufrió un crecimiento del 5% en 2017, marcando el récord de la última década; además, los datos mostraban cómo la rentabilidad de la vivienda en Toledo era una de las tres más rentables de toda España.
Ante tal bonanza en el sector es lógico que surjan ciertas dudas, más aún con el estallido de la crisis tan reciente; por ejemplo, algunos inversores se preguntan si el precio de la vivienda ha alcanzado su cénit y lo único que puede hacer desde ahora es comenzar a descender, desprendiéndose paulatinamente de su atractivo como inversión.
En primer lugar hemos de mencionar que si el mercado inmobiliario en España se encuentra en su actual situación, propiciando la sospecha de dejar de ser tan rentable como hasta la fecha, es por obra y gracia de los inversores, que han apostado por la vivienda de manera decidida, principalmente en Madrid y Barcelona.
¿Es tarde para comprar vivienda y esperar rentabilidad?
Ante la cuestión planteada es necesario hacer una distinción entre el inversor profesional y el particular; mientras el primero se mueve en una realidad mucho más volátil y perecedera, en el caso del segundo la rentabilidad se suele esperar a medio y largo plazo.
El inversor profesional puede encontrarse ahora con que el actual momento del mercado no les repare los grandes beneficios de años recientes, pero la vivienda aún tiene recorrido que recorrer, y para bien: los principales estudios apuntan a un crecimiento que seguirá produciéndose durante, al menos, tres años más, siempre y cuando ningún factor externo altera dicha tendencia positiva.
Cabe mencionar que los precios de la vivienda en las capitales mencionadas (Madrid y Barcelona), aún se sitúan a un 35% y un 29,5%, respectivamente, de los máximos marcados hace unos años.
La banca, mucho más cauta
Uno de los principales avales con los que la estabilidad del sector cuenta es la renovada actitud de las entidades bancarias, que ahora se muestran más cautas a la hora de financiar según qué adquisiciones, hecho que no ocurrió con la misma frecuencia en la era pre-crisis.
Esta postura adoptada por los bancos es un calco de la actitud del comprador, que ahora estudia más su situación y la del sector antes de tomar la decisión de compra.
En definitiva, podemos concluir que el precio de la vivienda en Toledo y es resto de España aún puede mejorar sus registros actuales, y que estos tendrán el carácter efímero de antaño debido a la nueva perspectiva con que se afrontan las decisiones, tanto de inversores como de particulares y banca.